El artículo 145, fracción III de la propuesta de ley en telecominucaciones enviada por el presidente Enrique Peña Nieto al Senado de la República, establece que "los concesionarios y autorizados que presten el servicio de acceso a internet (...) podrán bloquear el acceso en su totalidad o parcialmente a contenidos, aplicaciones, videos o servicios a petición expresa del usuario, cuando medie orden de autoridad o sean contrarios a alguna normatividad".
En el mismo sentido, el artículo 197, fracción VII, propone "bloquear, inhibir o anular de manera total o parcial las señales de telecomunicaciones en eventos y lugares críticos para la seguridad pública y nacional a solicitud de las autoridades competentes" -Es decir, que si existe alguna manifestación o contingente concentrado y dirigido expresamente contra el gobierno en turno, éste puede solicitar que se corte el acceso a cualquier tipo de señal en un radio que ellos crean conveniente a la redonda de dicho contingente, dejándolos sin comunicación alguna por medio de internet, telefonía móvil, radio o satélite-.
Esos y otros estatus podrían llegar a hacer aplicables durante las próximas elecciones presidenciales en México del 2018; "debido a la gran cantidad de videos, imágenes y notas que circulan a diario en ese periodo y que podrían llegar a desinformar a la gente", según presumen diputados del PRI.
Ésto es claramente un ataque directo por parte de la bancada priísta a la libertad de expresión que tenemos todos y cada uno de los mexicanos así como lo son periodistas, medios de comunicación y la sociedad en general, contrario también al derecho fundamental de libertad de asociación, y un sinfín de riesgos a los derechos humanos.
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